Saturday, November 25, 2006

Mientras pensaba en como se sentía con todo lo que pasaba, miraba por el ventanal que había frente a la cama, y apreciaba todos los pequeños detalles. El sol entraba por entremedio de los barrotes de una reja oxidada que se veía ahí al fondo, mientras desde la rama de un arbol alguien le movia la mano en gesto de saludo. Era su amiga, su querida amiga que la venía a ver todos los días a su pieza. Rapidamente se levantó de la cama, se calzó las pantuflas y se dirigió al ventanal para abrir y dejar que entrara su esperada visita. Por un momento los chirridos de los rieles del marco sonaron tan fuerte que con un gesto rápido ambas muchachas hicieron una mueca de dolor y se hicieron hacia atrás. En cualquier momento podían comenzar a sonar los pasos del guardia de pabellón, y eso no era nada bueno: el castigo más suave eran dos semanas aislada en el pequeño cuarto bodega que habia escaleras abajo.

Nada sonó por el pasillo. La amiga visitante pasó primero una pierna y sólo después de sentirse segura de no perder el equilibrio, pasó la otra pierna y apoyó el pie en el piso del cuarto. en cuanto estaba cerrado el ventanal, se dieron un fuerte abrazo y así se mantuvieron por unos cinco minutos sin decir palabra. durante la visita, se contaron todo lo que había sucedido desde que no se veían, hasta el último detalle salía de sus bocas para porse al tanto de lo que les había pasado.

Pasaron así toda la tarde, riendo y llorando, contándose una y otra vez la misma historia de todos los días. Como cada tarde vieron la puesta de sol, y los rayos de luz que iluminaban las embarcaciones de oxidado metal que allá lejos en el antiguo puerto aparecían como una pequeña mancha en un mar naranjo. Como todas las tardes comentaron lo bien que lo habían pasado cuando robaron la torta de chocolate que la abuela de la visitante había hecho con motivo de un cumpleaños. Como cada tarde, contaron los automóviles blancos que pasaban por el frente de las otras dos ventanas que habían en el cuarto.

Ambas se miraban frente a frente recostadas en la cama, una pasaba el dedo por la fría mejilla de la otra, pensando en qué estaría haciendo si aún viviera sola. Se miraban pensando cada una en la otra, hasta que por un par de minutos los ojos de la dueña de casa se cerraron en gesto de cansancio, y al abrirlos notó que ¿se encontraba sola, que su amiga se había ido, como cada tarde, sin depedirse ni siquiera darle un abrazo.

Mientras se cepillaba volvía a mirar el antiguo puerto, difuso en la creciente oscuridad del anochecer, y envidiaba a quienes estaban allá, disfrutando de las fiestas en familia, recorriendo las avenidas y viendo a los mimos y hombres traga-fuego que se apostaban en las rocas iluminadas que adornaban el lugar. Ella quería estar ahí. Se lo había comentado a su amiga cuando la vino a ver en la tarde, y le había dicho que intentaría escapar aunque fuera por esta noche, para vivir por lo menos una vez la sensación de la alegría.

Los veía bailando, riendo y jugando al son de la música, y mientras más los veía más se fijaba en un detalle: ellos la estaban ignorando. nadie miraba a su ventana, ni siquiera por ser la única luz que se viera encendida en todo el castillo. Una vez más la estaban ignorando, y otra vez estaba sintiendo la sensación de querer lanzarse encima de ellos y atacarlos con rabia por lo que hacían. Si tan sólo no hubieran barrotes entre sus dos realidades...

La rabia seguía aumentando.¿Cómo es posible -se preguntaba- que ellos me ignoren si soy la soberana de todo este lugar?, ¡el antiguo puerto es mío!. En su cabeza los recuerdos de la última visita de su amiga le palpitaban con el ruido de la culpa, y de a poco se daba cuenta de que otra vez, como ya desde hacía dos semanas le estaba saliendo algo de la boca mientras tomaba conciencia del peso de sus extremidades. Casi sin orientación, se dirigió a la ventana a gritar insultos contra todos los que estaban en el puerto. Ellos parecían no escucharla, pero sólo un niño, con vestimenta anticuada y en blanco y negro, se dió vuelta hacia ella y comenzó a reir. Ese fue el punto culmine. Comenzó a samarrear con toda su fuerza los barrotes de la ventana por la que miraba tan horrendo espectáculo, hasta que en un momento logró soltar el más oxidado del cemento que lo ataba a la fría muralla. De pronto, un escalofrío le recorrió la espalda: los pasos, aunque lejanos, se aproximaban a toda velocidad por el pasillo de blanco fléxit. Sus ojos dieron vuelta hacia la derecha y enfocaron la ranura inferior de la puerta de su cuarto, recibiendo sólo la luz de neón que parpadeaba como cada vez que la prendían. Comenzó a respirar mas rápido, y a hacer más fuerza. Justo cuando la sombra de los zapatos del empleado que llegaba a su cuarto se reflejó en el piso, logró pasar el tronco del cuerpo por el espacio dejado por el barrote. Miró hacia el viejo puerto, se dió cuenta de que aún era atardecer y que sólo un niño la seguía mirando, apuntándola con el dedo y riendo a carcajadas. La rabia volvió, con tal fuerza que se le marcaron todas las venas del cuello cuando comenzaba a volar, y por entre los barrotes que quedaban aparecia el brazo del empleado que intentaba atajarla. Sintió el vertigo en el estómago, y el descotrol nervioso que se le concentraba en algun punto medio entre su entrepierna y el bajo vientre. Sintió el viento en la cara, escuchó la risa del maldito niño que aún la apuntaba, y cada vez se le hacían más cortos los metros que la separaban del lejano suelo....

Cuando el cuerpo llegó abajo, todos los que circulaban por el jardín quedaron impactados. El auxiliar de aseo, que se encontraba justo al lado de donde la joven cayó, se afirmó con una mano de su vieja podadora, y comenzó a vomitar mientras el corazón la latia con fuerza anormal. Todos sabían que iba a llegar ese día, de algúna u otra forma, notaban que ella mentía al relatar todo lo que veíua desde su ventana; todos sabian qué era lo que le pasaba, y nadie habría podido ayudarla. Su mejor amigo, que se encontraba ahí en el patio justo frente a la pileta donde siempre conversaban, entendió que había sido la imagen de aquél "niño" el que la había asesinado. Lo habían comentado un par de veces, el también lo había visto, pero luego de mucho esfuerzo lo había dejado atrás. Con rapidéz llegaron los funcionarios y cubrieron el cuerpo. Seguramente estaba por llegar el juez a ver la escena.Seguramente, tal y como lo advirtió algúna vez a su amigo, la muchacha iba a saltar sobre el niño, sin importar si es que la castigaban...


Los padres salieron con lágrimas en los ojos. Ella con un pañuelo para ocultar el rostro, él con los ojos fijos en el horizonte, buscando la respuesta a su pregunta, buscando una explicación para entender lo que había sucedido...lo que el doctor les había dicho era insufuciente: ver cosas, producidas por una droga a la cual jamás pudo renunciar, una droga que la había hecho matar a su novio, que la llevó a la adicción y la alejó de la escuela, de sus amigos y de su familia no podía ser la razón de muerte de su amada hija, no era ese el fin que él había soñado, no era ese el final que ella se merecía...

Saturday, November 18, 2006

no más, no más tú, no más yo,
no más besos, no más esuqinas ni plazas;
no más te amo, ´no más yo también lo hago,
no más encanto,
no mas karaoke, ni frio en la madrugada...

no más café en el paladar más el humo de un cigarro,
no más risas y lágrimas después de una película,
no hay más ojos frente a frente, ni paseos por la playa ni latas de cervesa en la camioneta,
no hay más poemas por que este es un lamento,
no hay más regalos ni siquiera un te quiero,
no quedan bromas del momento, no más políticos urbanos como fuimos,
se acabaron los cuentos donde apareces como la heroína, y las historias de nunca acabar en que te iaginé conmigo...

todo eso se me acabó, y no sabes cómo lo extraño...todo eso se me fue, quizás por que así tenia que ser, pero no lo acepto, no me conformo, no le creo al destino que me haya quitao a la única persona con la que de verdad me sentía completo...te diría mil veces que te extraño pero creo que eso ya está fuera de tu interés; deseo que estes bien, pero no tanto si no es conmigo...si; lo sé, soy un egoista, pero lo admito orgulloso de saber y estar seguro de que te quiero sólo para mí...esto es a modo de despedida, haber si es que así me deshago de una vez de este vacío, de la pena que tengo, por que no entiendo que se acabe esto....te lo dije una y m il veces, y lo sigo diciendo, más seguro que nunca de lo que siento; te amo, como jamás me había pasado...cuídate...te extraño...ojalá, aunque sea una que otra vez me extrañes como yo lo hago...ojalá aunque sea una vez en el mes, te encuentres a tí m isma a punto de tomar el teléfono y llamárme...ojalá te cueste dejar de pensarme...

Tuesday, November 07, 2006


Hablando juntos

La conoció trabajando. Le besó la simpatía a lo lejos y se acercó con miedo al sabor del rechazo. Juntos se rieron de los que se rien de ellos; ella le hablo de su devosión por la religión de no seguir religiones, el le comento de su afición por pensar más allá de la superficie en todo. Juntos, con los ojos, se hablaron de comerse a besos, y ella reía con aquel payaso camarero. Juntos, con la ciudad en ellos, hablaron de quienes también hablaban de ellos, endulzaron con cafe las risas de los chascarros y fumaron mil historias de amores pasados. Sus puntos de vista hicieron el amor antes que ellos, y la fiebre del primer beso se hizo fuerte en la esquina del suceso. Ella le cantaba de su isla amada, de su pasión por enseñar la vida a sus grandiosos pequeños, el la oía mientras sus ojos escribían poemas en el contorno de su hermoso cuerpo, y su lengua recitaba el sonido de lo que a futuro sería un te amo. Viajaron miles de kilómetros por otro beso, lloraron la melancolía de la mirada fuera de alcance. Ella temía aquel cuento perfecto, el le gritaba corazones latiendo, y mientras más crecía la hoja en que escribían, mas rápido temblaba la pluma en la mano de quien enamoró al antes camarero.

Ellos siguieron jugando a ser un Montezco y una Capuleto, mientras las risas del mundo al que analizaban los acompañaban de la mano. El la ama cada día más, y a ella le falta el respiro cuando el se va. Juntos resolvieron el mundo mientras se unieron, besaron sus ideales y sus formas de noche con alcohol y ganas de versos. Juntos han estado todo este tiempo; juntos se miran al espejo y crecen en la historia del beso esquinado. Juntos han corrido embriagados por la intimidad de su secreta felicidad, se han bebido hasta la última gota de la tentación por ignorar al resto a fuerza de manos, labios y discursos en tono cálido. Juntos en este tiempo han dejado de ser la profesora y el camarero, pues ya saben que en realidad son dos actores aclamados en el reino de los cuentos. Juntos han seguido y quieren seguir, él para hacer su rutina de enamorado payaso; ella para enseñarle más del mundo en que vive, y así poder un día abrazarlo y no soltarlo....

Sunday, November 05, 2006

...no se puede ocultar, el perfume de una flor...
(el que quiera entender que entienda-Mago de Oz)



Bueno...esto decidí escribirlo apropósito de un amor que tengo..es un amor muy especial para alguien más especial aún..un amor...que la vuelve mi hermana, sin importar lo que la sangre a los papeles digan...

Compañeras y complices en el testigo mudo que es el silencio,
se mueven de un lado a otro sin saber a donde van,
nadie lo sabe, es cierto,
pero en ellas la incertidumbre era mayor,
en ellas la amistad llevaba una capa bajo el corazón,
les daba vueltas el canto de algo más y no sabían qué,
Compañeras que bailaron, rieron y comentaron lo que todas comentan,
pero que tenían sonrisas vacías, que opacaban sus ojos al recordar que saliendo el sol debían ser como el resto suponía...
¿hasta cuando esta falsa honestidad? se preguntaban,
hasta cuando las manos ocultas en bolsillos, si estan hechas para acariciar?
volteaban la vista a los mayores,
bajaban los hombros ante el mundo inquisidor,
y sólo cuando se dejaban caer las curiosas estrellas
un beso, de vez en cuando salía de aquel rincón...
Los días no pedían explicación,
pero sí lo hacía su corazón, un amor lejano le daba esperanzas infantiles de futuro en blanco,
mientras el amanecer le recordaba la noche anterior...
y así fueron los tiempos dándole a entender que no era suya la canción que cantaba, que era de otra voz,
que su canción era en otro tono,
que su canción era para otro amor,
y llegó el día que no la enjuició, que le dió fuerzas para dejar de lado ese beso del rincón,
llegó el día en que sus manos dejaron los bolsillos y se ataron a lo real que habita para otros en la irrealidad,
llegó el coraje que la ayudó y le enseño por fín su canción...
llegó el momento en que abrió los ojos, y como nunca, todo en su entorno brilló,
llegó el momento...en que ambos comprendimos de qué se trataba tu amor,
y ese día, es aquel en que de verdad tu felicidad nació...


Creo que es poco lo que puedo decir...te quiero mucho y lo sabes..sigue así, hoy eres mejor que ayer y peor que mañana...te deseo de verdad lo mejor de todo, eso es y será parte de mí felicidad también...besotes te kiero mucho chau!!!
bueno...heme aquí de vuelta...hace rato que no escribía...la verdad es que me faltaba inspiración y el otro dia que me disponía felizmente a escribir PAF! amanecí con amierdalitis...tenía algo que ya parecía algo así como una segunda cabeza en la garganta, y con el solo intento de tragar saliva me dolia todo....mal...estuve tres días así y sentí que fue una eterniad...mas encima, me fuí a atender a un nconsultorio y descubrí lo maravillosa que es la salud pública de mi país...QUE WEA MAS COMO EL HOYO!!!! veía señoras esperando, con cara de que ya taban muertas hace rato pero como que nadie lo había notado...no faltaba porsupuesto la guagua que llora y llora y la mamá que le celebra las pelotudeces, mientras que la hijita mayor mira a todoel mundo así como..."¿oye tú estás enfermo y yo no jajajajaaa"...¬¬ me daba vueltas todo, me subía la fiebre y la famosa guagua no encontró nada mejor que hacer que chillar...y mientras más chillaba, su cara se iba volviendo pura boca y aparecian mas dientes y mocos, y la mamá que no paraba de ver el matinal del 7, muy desconectaa del mundo...ya veía que al caballero del al lado le daba un paro de la pura rabia con la guagua que nunca se callaba y que (aun) seguía chillando. Como si todo esto fuera poco, cuando por fin me atendieron, vale decir cuando ya me vieron lo suficientemente mal y dijeron, "ok ya está mal, le toca", me hicieron pasar a un "box", que no es más que cuatro cortinas con una camilla al medio, y la enfermera después de tomarme la presión me deja ahí...sin decir palabra alguna..onda...ya, si buena presión..chao...

Llegó el doctor, me metió un "palo de helado" en la garganta, así como pa hacerme doler harto la pseudo amigdala que tenía (ya era otra forma de vida esa wea) y así como si nada me dice "te vamos a pinchar". No es que me den miedo las inyecciones pero, ¿soy yo o es bien incómoda esa wea?..pues claro, como a mí siemre me pasan las cosas que a los demás no, la enfermera (una señora con cara de abuela de militar y los cachetes muy rojos) me dijo "ya, bajate el pantalon y te pones boca abajo" Y CLARO LA VIEJA PELOTUDA NO AVISÓ Y ME DEJÓ LA CORTINA ENTREABIERTA MIENTRAS ME BAJABA EL PANTALON!!!!

todo esto, lo viví para que después el "doc" me dijera, te vas a seguir sintiendo mal como por tres días más...TRES DIAS WN!!!!! PA QUE CHUCHA SIRVE LA WEA DE PINCHAZO ENTONCES!!!??...

resulta que ahora, como si fuera poco, como ya toy medio sano la wea no ta bien po, algo más me tiene que pasar, entonces ZAS! me empezó a doler la muela...cmo cualquier persona normal pienso "voy a ir a la farmacia y me voy a comprar algo pa esta wea" pero como no podía venir sola la promoción de mala raja, cuando fuí a comprar me di cuenta de que se me perdió la tarjeta...no será como mucho? puta mejor mañana no salgo de la casa wn...quizás si salgo me tomen preso por que se mato un camello en australia o no peor aún quizás me cae un avión encima...en una de esas justo ponen una bomba en el metro y explota justo cuando toy pasando sobre ella...ya no me extrañaría...bueno...eso..necesitaba descargarme...cuando pueda escribo algo más...cuerdo...bueno en too caso escribo si es que estoy vivo...y no toy preso, o si no toy de rehén de los chihitas del sur de Afganistán por que me aresco a un terrorista gringo..quien sabe que weá más me pede pasar...ya, cambio y fuera.

Sunday, October 15, 2006

Hace cerca de una hora que intentaba dormir, pero la verdad me resultó inutil..hay algo que llevo dentro y que no lo puedo contar...algo que no puedo decir ni aquí, que es mi supuesto espacio donde puedo decir, hacer y escribir lo que quiera...al parecer, inevitablemente terminamos siendo escalvos de alguna restricción a la hora de expresarnos...

Al parecer, también terminamos siendo esclavos obligatoriamente de algún sentimiento dañino...sere yo acaso el que está mal?, será que estoy un poco loco y que nadie más en el mundo ha sentido lo que yo siento o ha pasado por lo que estoy pasando? Llego en ocasiones a sentirme mal...creo que etá mal que sea así, tan egoísta, tan egocéntrico...¿por qué? me pregunto...¿por qué si no fuí criado de esta forma soy así? llevo dentro la pesada carga de la culpa, la amargura, de la oscura envidia y el desespero de querer sentir que es normal, que a todos ocurre...necesito la palmada de quien me diga "está todo bien, a todos nos pasa y sólo es una etapa más que todos tenemos"...¿será que acaso me duele ver que soy un agente pasivo en todo esto, que soy impotente ante lo que ven mis ojos? no sé, y la verdad es que no tengo una respuesta..no vine aquí a escribir para responderme a mí mismo sino sólo para encontrar quizás un poco de paz al desahogarme y así tal vez conciliar el sueño...quisiera en este segundo irme, desaparecer de esta realidad, dejar atrás todo y estar donde quiero estar...donde necesito estar..siento que me llama cada vez más fuerte algo desde afuera y no sé bien que és...pero lo escucho, está ahí, y de sólo pensar que se puede ir sin mí siento terror...

Aún no voy en la mitad del cigarro que encendí y ya escribí todo esto...apenas una ínfima parte de todo lo que podría seguir...es que acaso algúno de los que lea esto no sentirá que lo estoy representando aunque sea un poco con lo que digo? o estaré siendo quizás demasiado ambiguo?

Será que no estoy hecho (como pensé hace algunos momentos) para establecer vínculos? necesitaré ser solitario y mantenerme aparte de las vidas que me rodean para así no pensar más allá de lo saluable, en lo que tengo que enfrentar?

Como ya dije, las respuestas se que no las encontraré aquí y ahora...sólo espero hallarlas algún día...sólo espero que esten ahí, donde creo que estan, lejos, en otro lugar, donde voy a ser un perfecto desconocido, donde podré ser quien soy, sin llevar dentro la profunda carga de la envidia, la desazón y el miedo sin razón...quiero dejar de lado el ego, dejar todo lo que no necesito aquí, y partir, para quizás algún dia, lejano eso sí, volver a ver las caras de hoy con otros ojos, otro pensamiento, otro yo...en definitiva, para ver a quienes veo, con las ganas de saber apreciarlos sin quedar otra noche más en vela por sentir que no estoy donde debo.

Saturday, October 14, 2006

En esta oportunidad me siento con una sensación extraña frente al computador...creo que se qué quiero escribir...pero no sé como es escribirlo...y no es que no tenga las palabras, sino que no quiero en caso alguno ser predecible...pero, ¿cómo no ser predecible cuando se habla de extrañar y amar a alguien? Por cada idea o pensamiento que tengo, debe haber la historia de mil poeas que lo pensaron antes de mí...quiero llegar a escribir algo que jamás antes se haya escrito...que revele fielmente lo que siento dentro mío, que refleje con exactitud lo que veo cuando cierro los ojos y pienso en ti...¿sabes?, no se bien por qué, pero te siento cercana en otro lugar...como si tu y yo estuviésemos en una colina, de una arena en tonos de rojo furioso...veo tus ojos brillar, pero no por la luz, sino por quien llevas dentro de se envoltorio perecible y maravilloso que es tu cuerpo...siento de lejos el ruido de un mar que no se ve, con olas que no revientan y espuma que no se acaba. A lo lejos, se que está el sol, pues alumbra nuestra colina, pero sólo hay brillo en el, nada mas que brillo sin un punto de arranque...algo asi como si fuera una nube en ves de lo que es...miras al hoizonte, sonriendo, mientras algunos pelos juegan a engancharse en tus labios y otros siguen obedientes la dirección del viento.Tus pestañas infinitas en mi admiración, enmarcan tus ojos perdidos en el límite de nada, y a tu lado, tomando tu mano, estoy yo. Pareciera un sueño, pareciera una realidad palpable en ocasiones, pareciera ser el lugar ocultoque tenemos ambos para el amor...no hay otros, no hay distancia, no hay trabajos ni precauciones...

De un momento a otro, siento que me he vuelto otro más de aquellos perdidos en el amor; que han buscado por miles de sueños la capacidad de descifrar qué es esto. De un momento a otro, siento que me llevaste de la mano a donde no hay más que tú, donde tus labios son el lugar en que duermo, y tu sonrisa es la luna que me cuida mientras descanso...ya lo dje una vez, y lo diré las veces que sea necesario; soy un amante el amor, un amante de las flores en la puerta de la casa, de las llamadas que sólo portan un "te amo", de los cariños observados, de tus dedos en mi cara y tu boca en mis labios...soy un feliz de profesión, que no busca más que seguir en esto de los dos.


Mientras escribo, nuevamente soy acompañado por mi fiel cigarro, y aquella indiscreta luz que conoce todos nuestros secretos. mientras mis dedos obedecen a lo que mi corazón ve, mi cabeza piensa infinitamente en qué estarás haciendo; te recrea una y otra vez con toda la belleza que puede, aunque no alcance a reproducirla toda, pues sólo en tu persona está y nada más, ni siquiera un espejo la puede retener en un cien por ciento...

No es esta una decalaración de amor. No es tampoco el delirio de un tonto enamorado. Sólo es un segundo de sueño despierto, en uno de los dias de todo el tiempo que me queda por amarte sin parar, y por supesto, sin dejarte de soñar.

Wednesday, October 11, 2006

cuanto eres capaz de sentir?

Aveces, en las noches en que no puedo dormir y me encuentro frente al computador, con un cigarro en la mano y aquella luz discreta que jamas me abandona; me pregunto si existe acaso un límite para las emociones, si es que existe algun tope, alguna marca (así como en las piscinas) que diga "hasta aquí se puede sentir, nada más"...muchas veces he sentido furia, y la he sentido con una magnitud tal que siento que en algun momento voy a reventar...sin embargo, no es de sentimientos como la furia de los que quiero hablar, sino de ese viejo amigo que aveces golpea duro, ese viejo que nos puede llevar a la locura, a replantearnos nuestra propia escencia, a intentar ser otros e incluso a dejar todo lo que hemos soñado por cumplir con el...me refiero al amor...existirá un límite para el amor? No lo digo desde el punto de vista de lo que los demás digan, sino de lo que uno siente que debe y que puede hacer..habrá alguna marca dentro de nosotros que diga "más allá de esto no puedes amar"?

Cómo es que en ocasiones podemos llegar a sentir que la vida pierde sentido si es que no esta quien se ama? Creo que más de alguien, si es que lee esta reflexión, podrá entender a lo que me refiero...esa sensación de dolor en las entrañas cuando la persona no está; el nudo en la garganta que, sólo por que aún tiene algo de misericordia deja pasar un poco de saliva.. y las veces en que estando con ella o él, sientes que quieres gritar de la felicidad, que si no lo haces vas a reventar literalmente, y que nadie en el mundo puede sentir algo como lo que tu sientes..

En definitiva, creo de verdad en que es precisamente el amor el que mueve casi todo en este mundo, y es el amor a una persona, o el querer amar y ser amado por alguien lo que hace que la vida de cada uno tenga su propósito, por que ¿qué más puede ser tan fuerte como para llevarte a cumplir toda una vida esquemática, en ocasiones haciendo lo que no quieres o incluso arriesgando tu propia vida para que la o el otro este bien?

Por supuesto que hablo sólo del amor de pareja, quizás en algún tiempo más, cuando tenga en mis brazos a mi primer hijo o hija, entenderé cuan fuerte es el amor a esa criatura. Pero por ahora es aquel amor hacia otra persona el que me mueve...yo debo confesarme un enamorado...pero amo a dos....por un parte, hay una mujer que no creí jamás que hubiese nacido; una de esas personas que le da otro sentido a tu día completo, y que con el solo hecho de recrear la belleza de sus ojos o el sonido de su risa, te hace latir el corazón casi con furia...no sé si es que allá arriba existe un Dios, pero si es que lo hay, creo que me premió con lo mejor...

Por la otra parte está mi otro amor, que es precisamente el mismo amor...me declaro un enamorado del amor, un amantte de todo lo que ese sentimiento encierra y que a tantos hombres en la historia ha robado el sueño y regalado inspiración. Soy un enamorado de todos los poemas, de las cartas, de los sueños y proyectos, de los atardeceres en compañía y de las conversaciones viendo la puesta de sol...doy la vida por un beso cuando amo, y no me arrepiento ni averguenzo en decirlo, pues aunque alguna vez se sufra, siempre a la vuelta está quien te regale una vez más el brillo de los ojos, la saturación de latidos en el pecho y las ganas incontenibles de gritar a todo el mundo que vives cada día pronunciando, soñando, deseando y queriendo un poco más de aquella droga, de aquel viejo amigo, de aquella "enfermedad del siglo" que encierra la palabra..AMOR.

Saturday, September 30, 2006

Te levantas, te duchas, tomas el mismo desayuno (si es que alcansas), preparas los ultimos detalles, ves si es que llevas las llaves y te vas....las mismas caras te esperan, reconoces por ahí al tipo que toma el mismo transporte a la misma hora que tu, no lo saludas; te bajas, llegas a tu lugar de trabajo (sea el que sea), ahi estan las cosas, todas iguales, esperando por ti...terminas en la tarde, hacer un par de bromas con tus compañeros y te vuelves a tomar el transporte de regreso a casa. Llegas de vuelta, te tomas algo que te recupere y te diga "hey tranquilo, estas en casa". Lees algo a la rápida, ves un poco de tele y te acuestas para cumplir con la rutina de mañana...

Cuándo pasó esto? , cuándo nos volvimos partes de una gran máquina?, cuándo dejamos de ser lo que imáginabamos y lo postergamos por nuestra obligación de ser útiles? Personalmente, siento que cada día soy un poco más "máquina", y un poco menos humano...cada día que pasa siento un poco más que los sueños que llevo dentro están lléndose poco a poco a ese gran lugar depresivo que se llama "caja de recuerdos"...cada día siento que me acerco un poco mas al gran día final en que, entre arrugas y ojos lagrimeantes mire hacia atrás y vea lo que no cumplí...siento desesperación al ver cómo mi cara dia a dia tiene mas rasgos de "ciudad", de micros, tacos, enojos, preocupaciones, pegas, flojeras...a dónde se fueron los rasgos de niñez?, dónde están mis ojos de risa, o los pómulos con sueños...dónde quedó esa comisura de los labios que siempre estaba manchada, de manjar, helado, chocolate...dónde quedo el brillo de los ojos, que se movían de un lado a otro admirados cuando llegaba en bus a la entrada de coquimbo y veía majestuosas sus luces....en qué momento de la vida dejamos atrás ese ser maravilloso que éramos y tomamos la carcasa de la parte funcional, la máquina fria, con ocupaciones, sin tiempo para llamar a los que ama y con un enojo permanente...?

Qué parte va a dominar cuando llores a tus padres?, acaso podrás volver a ser ese que se ahogaba y no podía hablar por lo sollozos?...o los veras ahí, entrando en el suelo y uniéndose a la tierra mientras por tu cabeza pasa el recuerdo de lo que debes hacer depués de eso?; serás tú quien les lleve flores aveces, o será tu pareja, que lo hace por que te ama y por que ellos eran buenos suegros?

Quiero volver a sentir cosquillas en la tarde, cuando veo que la persona que me gusta me pasó a buscar, que le miré los ojos y que me sentí enamorado por que es linda de cara...quiero hacer piruetas frente a ella para impresionarla y que me vea mientras sonrie con un diente menos...ese que perdió anoche y que el ratocito le cambió por 100 pesos...quiero volver a ser el empresario que fuí, dueño de una gran fábrica de tortas de barro al borde de la playa...quiero sacarme la cresta en bicicleta y estar a las dos horas andando denuevo y practicando la misma pirueta...quiero volver a quedar sin explicación que dar cuando vea que el viejo pascuero me trajo exactamente lo que yo quería...(nunca supe cómo lo hace. Tuvieron que mentirme como a todos y decirme que ya no existía).

Quieres que mañana sea distinto?, o prefieres los mismos acordes para seguir bailando al son de los otros? quiero mirarme al espejo y volver a ver mis dientes grandes de risa, mis labios sucios de tarde jugando y mis ojos llorosos de rodilla pelada...quiero volver a acostarme sintiendo que mi día no se va a repetir y que lo usé bien, que lo usé para lo que es; que le exigí a mi cuerpo que me diera juegos, y que por sobre todo, mañana tendrá que estar bien, por que me quiero levantar a "tragar" desayuno, mientras preocupada mi mamá dobla la ropa y se rie al verme pasar en desesperada búsqueda de mis amigos en la calle....quieres tú también eso? o estás conforme con lo que eres y no extrañas la seguridad, la inocencia y el placer que sentías cuando tenías los ahorros para comprarte ese caramelo que no te dieron...quieres que mañana sea todo igual?, con sabor a cemento, humo y teléfono sonando?; quieres levantarte con una arruga más, por que hace un minuto debieras haberte levantado?...

Te levantas, te duchas, tomas el mismo desayuno (si es que alcansas), preparas los últimos detalles, ves si es que llevas las llaves y te vas...

entre lo que pense por tí desde ayer a hoydía, escuchaste lo que te escribí?

Wednesday, September 27, 2006

El mar sonaba tranquilo, las olas poco a poco llegaban un tanto mas cerca de sus pies, mientras, en su mente los recuerdos también avanzaban, y le hacían recordar cada momento de lo que había vivido. Sus tardes en familia, las veces en que ambos disfrutaron del paisaje, mientras planificaban sus vidas y se soñaban juntos, con hijos y un maravilloso hogar. De ves en cuando el sonido de alguna gaviota la distraía, la llevaba de vuelta a la tierra, pero bastaba solo un suspiro para caer nuevamente en el torrente de recuerdos. En su interior, las sensaciones daban vueltas en un juego eterno, y a cada momento que pasaba, la rabia, el dolor infinito, la angustia y el vacío se apoderaban de todo lo que antes, hasta hace sólo algunos momentos había sido ocupado por el más puro de los amores.

Recordaba el día de su casamiento, la larga cola de su vestido y las risas de sus pequeñas sobrinas que iban de un lado a otro con sus abultados vestidos, indiferentes al mundo, pero envueltas en su juego. Recordaba las miradas de todos quienes ahí se encontraban; el llanto de su madre y el orgullo evidente de su padre. Por segundos volvía a experimentar la emoción y el nerviosismo que aquel día de ella se habían apoderado. Por segundos, hasta recordaba como tuvo que hacer una mueca al mirar hacia las majestuosas puertas del templo, que parecían las del cielo al dejar pasar la luz blanca, casi pura, del día que afuera aguardaba su salida.

Recordaba la noche de bodas, y recreaba las sensaciones de aquellos interminables momentos en los que él le hizo el amor hasta el amanecer. Las lágrimas comenzaron a salir, sin respetar las ganas que tenía de mantenerse firme. La luna se volvía acuosa a su vista, y las estrellas ya no eran perceptibles como recién. El agua ya tocaba sus pies, le acariciaba los tobillos una y otra vez, incansablemente, como queriendo recordarle que se encontraba en el borde, en el límite entre el cielo, la tierra y el mar; y que estaba ahí por un propósito, por un motivo, una razón. El olor de la brisa la trajo de vuelta un vez más, sacándola de su estado casi inconciente, golpeándola fuertemente con la realidad.

Las lágrimas se fueron, ya no estaban ahí, habían caído para siempre, dejando tras de sí la huella del dolor que ella sentía. Poco a poco dio el primer paso, respirado hondo, concentrada como un artista de circo en su prueba máxima. Lentamente apareció la punta de su pie, luego desaparecía esta para dar paso al otro, y así sucesivamente hasta que el agua ya le llegaba hasta las rodillas mojando el borde de su vestido, e incluso en algunas oportunidades, con ayuda del viento, lanzaba algunas frescas chispas de espuma sobre su cara. Se detuvo, y repasó nuevamente la escena: su amado esposo desnudo en la cama que ambos habían elegido, gimiendo suavemente, al igual que en la noche de bodas, y con cada mano sosteniendo la cintura de otro cuerpo, alguien ajeno, que no tenía por que estar ahí, menos en las condiciones que estaba. Los vio por minutos, prisioneros del placer, frotando sus pieles mientras el se apoderaba de sus pechos marcándolos tiernamente con besos.

Por momentos se negó a creer lo que estaba viendo, cerraba los ojos y los abría una y otra vez, esperando abrirlos y encontrar la cama hecha, estirada tal y como ella la había dejado en la mañana, sin embargo los dos amantes seguían ahí. El cuerpo de la mujer amante se movía en oscilaciones breves, suaves y elegantes, como una serpiente hipnotizada con la suave melodía de su amo. Los alientos de ambos se unían en cada beso, y los movimientos se acentuaban cada vez más, en busca de llegar a un punto culmine, extremo y de entrega total.

Lo que ella veía era horrible, sin embargo más inaguantable se volvió cuando la dirección de su vista cambió hacia el espejo que había a un costado de la cabecera de la cama. Aquella cara, el rostro de la mujer que le había destrozado la vida, el corazón y el orgullo, se transformó rápidamente en una figura conocida, familiar. De pronto, al reconocer de quién se trataba, el impulso de un grito le subió por la garganta, con una fuerza tal que tuvo que llevarse las manos a la boca para evitar ser delatada. Su hermana se encontraba viviendo el rol protagónico de aquella historia, su compañera en todos los juegos infantiles, era quien ahora gozaba y se movía groseramente en busca del mayor placer.

Ya no podía ver más; había constatado que era real, que su amado era ahora amante, que las caricias y besos no eran exclusivos, que su poder seductor de mujer se había visto superado por los encantos de otro cuerpo. Lentamente y sin dejar de mirar se alejó de la puerta, dando pasos hacia atrás, negando con la cabeza lo que veía, y con la garganta a punto de explotar a causa del nudo que tenía dentro. Sin darse cuenta golpeó el jarrón de cristal que adornaba el pasillo, aquel jarrón que con tanto amor fingido su propia hermana le había regalado. Esa fue la señal para huir. Salió corriendo escaleras abajo, casi sin poder sobrellevar la velocidad que alcanzaban sus pies. Las lágrimas estorbaban en su frenética búsqueda de la salida. Tomó las llaves del auto y sin vacilaciones echó a andar.

El agua ya le tocaba los muslos, la acariciaba mientras con la corriente la invitaba a entrar cada vez un poco más. Estaba más tranquila. Ya la luna había recuperado su forma normal y el canto de la espuma había tranquilizado los latidos de su corazón. Ahora veía todo de otra forma, casi en un estado de inconciencia; ahora su mente la llevaba a otros lugares, a otros recuerdos, pero con la determinación a flor de piel. Seguía caminando cuando las luces de un vehículo la iluminaron desde atrás. Seguía avanzando cuando oyó las voz de su esposo gritando una y otra vez su nombre, con la vaga esperanza de poder detenerla en su caminar. El agua le llegaba al pecho, y ahora ya no eran chispas sino una carga grande de espuma la que le llenaba los ojos y la boca. Aún así, dio la vuelta y vio la figura de los dos amantes, enterrados por su arrepentimiento, destruidos por el dolor y por la culpa de la traición.

El último paso la liberó; su cuerpo se despegó del suelo y tiernamente se dejó llevar por la fuerza de aquel mar posesivo que ahora era su dueño. Sintió como el agua entraba por su nariz, cómo se apoderaba de su garganta y como, poco a poco acababa con la luz de su vida.

El mar bondadoso la había ayudado a hacer su retirada del juego. El mismo mar se convirtió en castigo para la hermana traidora que primero entró con el fin de rescatar a la víctima de todo el cruento juego; y luego terminó por acompañarla a donde fuese que su alma se hubiese ido. Mientras la muerte se llevaba a las dos hermanas, el amante observaba todo, sin atinar a hacer más que llorar. Mientras el mar acariciaba ahora sus tobillos, la luna se hizo acuosa a su vista, las estrellas desaparecieron, y lentamente comenzó entre sollozos, a recordar las tardes familiares, la luna de miel, y los proyectos que tenían.

Tuesday, September 19, 2006

Reporte (parte III y final)


Era todo o nada; su pistola estaba llena, y antes que morir acribillado prefería al menos llevarse consigo a alguno de aquellos asesinos, aunque fuera sólo uno de los muy malditos.
Cautelosamente y aprovechando la oscuridad, tomó su revolver, rezó apenas el inicio del Padre Nuestro, volteó y disparó.
Dos cosas acabaron por desvanecerlo: las gotas de sangre que le llenaron la cara, y la luz que se encendió justo en el momento en que veía a su enemigo frente a frente. Sin embargo, la imagen de su supuesto asesino se vio terriblemente distorsionada cuando reconoció la cara sorprendida de un niño; no debía tener más de doce años, y la delgadez de su cuerpo hacía grosero contraste con el grosor del arma que sostenía. Los ojos de sorpresa del muchacho se llenaron de un opaco resplandor al mismo tiempo que caía al piso, con la boca abierta y la mano libre del arma sosteniendo a la vez otra pequeña mano perteneciente a una niña, aún más frágil que aquel muerto ahora desmoronado, y con la boca llena de un grito ensordecedor.
La luz dejaba ver el trágico cuadro, que también observaban los asesinos vestidos de soldados. La cabeza del que fuera un cazador de fotografías, terminó de estallar en locura cuando miró a su alrededor esperando la racha de balas que le quitaran la vida, y observo la bandera de su nación en los brazos de cada uno de quienes lo rodeaban en la sala. Eran salvadores después de todo. Los papeles habían cambiado, y ahora el asesino que provocó terror era él. Su corazón estaba tranquilo, palpitando a un ritmo normal, como si la muerte que había provocado hubiese bastado para callarlo. Era su cerebro el que ahora quería escapar, teñir de otros colores el lugar y volver a estar en la estancia de su abuelo, fabricando más recuerdos.
No recordaba cuándo había caído en el sueño, pero de apoco se percató de que ya no estaba en el cuarto oscuro, sino rodeado de un gran espacio blanco, como el cielo en que le enseñaron habitaba Dios. Había ruido de puertas y tacones, además de olores de algodón, flores, cloro y sopa. El sol le golpeaba la cara en busca de una mueca a la que no se negó, y sus ojos trabajaban afanosamente en descubrir qué era aquel lugar.
Cuando intentó enderezarse de su cama, un solo hecho le llamó la atención. Sus brazos, sus fuertes brazos estaban amarrados; y no solo eso, sino que amarrados de forma cruzada a los costados de su cuerpo; todo esto reforzado por las costuras y largas mangas de la camisa que llevaba.
Ahora era él quien llenaba su boca de gritos, era él quien quería caer con un hoyo en la cabeza al suelo. Quería poder volver a estar ahí, en el oscuro sótano, con los perros rabiosos vestidos de soldados, para salir de un rincón corriendo y gritando y así llamar a su muerte. Una y otra vez los ojos del niño le asaltaban la memoria, una y otra vez la pequeña le gritaba el terror que sentía.
Ya no podría tener la portada, no podría sacar más fotos, no con las condiciones que enfrentaba, no después de lo que vivió, no después de darse cuenta de que aquel niño no lo dejaría tranquilo; no después de voltear la cabeza y recibir por sus ojos la imagen de su víctima gritándole asesino.

Thursday, September 14, 2006

Reporte (parte II)

El olor a pelo quemado, sumado al nauseabundo aroma que salía de los animales también carbonizados, le hacían aumentar la desesperación por encontrar refugio antes de la llegada de los soldados.
Cuando entró en la casa, que milagrosamente estaba intacta, se dirigió inmediatamente al lugar donde él creyó podía haber un sótano. Por suerte para él, y a pesar de ser en su mayoría construcciones más cercanas al concepto de chozas, la gente estaba acostumbrada a los conflictos bélicos, por lo tanto en cuanto entró por un pasillo encontró una puerta que daba a una especie de pequeño refugio.
Sólo escuchaba dos cosas. Por una parte su corazón que ya parecía gritarle el miedo que sentía, y por otra parte, el motor de los colosos aviones que pasaban por arriba, soltando hombres que en su cabeza no tenían más que una sola cosa: buscar y destruir.
El refugio hedía a humedad, a moho y a algo descompuesto. Un poco más allá se oía una gotera constante, que provocaba un eco insoportable para los oídos del tembloroso reportero. Sentía cada ruido exagerado en su volumen, casi tanto que le daba la impresión de que los soldados podrían descubrirlo sólo por eso.
Mientras aguardaba, recordó las tardes en que jugaba con su hermano a las escondidas, ocupando todo el espacio de la gran estancia de sus abuelos. Recordó cómo siempre perdía por que no aguantaba las ganas de ir al baño, provocadas por la ansiedad y el nerviosismo. Recordó las veces que jugaban con sus amigos en la misma estancia a ser soldados; cómo los tomates que guardaba su abuela eran perfectas granadas, que por cierto agregaban los efectos de la sangre cuando a alguno le llegaba de seco el golpe. Le pareció ver los momentos en que su madre casi rompía en llanto por las condiciones en que quedaba la ropa, o las veces en que su padre se unía al juego haciéndose pasar por el general de todos ellos y les encomendaba una misión antes de entrar a fumar.
Estaba recordando todos esos cálidos momentos, con los ojos casi incrustados en el cerebro de tan fuerte que los cerraba, sintiendo olores, texturas, y trayendo a su cabeza sonidos propios de aquellas mágicas tardes.
De pronto, un golpe sordo lo hizo volver a la realidad. Ellos estaban ahí. Las voces fueron las primeras en bajar por las escaleras y azotar sus oídos con el pesado mensaje del terror. Los gritos eran agresivos, asemejando los ladridos de perros rabiosos, llenos de venganza y con deseos de despedazar todo aquello que se moviera. En la medida en que podía, se desplazó hacia la parte trasera del escondite, justo donde estaba la gotera que según él lo había delatado, y donde había un montón de sacos de algo, que representaban su única oportunidad de salvar. Recordó que en el cinturón tenía su pistola, y extrañamente no aumentó su seguridad sino que lo invadieron las mismas ganas de orinar que desde aquellas escondidas de niño no sentía. La oscuridad le daba refugio, pero, ¿qué haría cuando le encontraran, cuando viera las metralletas apuntándole, y un líder gritándole cómo lo iban a matar? Se dio cuenta de que se acercaban demasiado al lugar donde él estaba; tenía que encontrar alguna forma de desplazarse hacia el otro rincón que ya habían revisado, sino, la muerte lo abrazaría más pronto de lo que creía. Ya no se trataba de salir con vida, sino de alargar la agonía, de respirar por unos momentos más, sabiendo que eran las últimas bocanadas de aire las que entrarían a sus pulmones.

Justo en el momento en que había logrado desplazarse y no llamar la atención de sus verdugos, dio un paso hacia atrás y el frío de un circulo metálico en la nuca lo paralizó. Todo lo que había hecho por salvarse había sido inútil. Todos sus esfuerzos por tener unos segundos más de aire y alguno que otro recuerdo, se desvanecían ahora con la solidez de aquella gélida sensación.

Wednesday, September 13, 2006

Reporte (parte I)

El ataque había comenzado de un momento a otro. No había podido percatarse de qué sucedía ni de quienes eran los que atacaban, sólo veía aviones sobrevolando el lugar y soltando las certeras bombas que al caer sonaban como si un gigante estuviera corriendo en el lugar. A su alrededor, las llamas consumían todo lo que hasta ayer estaba aún construido, y por las ventanas de las casas, los gritos desesperados de quienes se veían atrapados escapaban dejando a sus dueños solos.
Todo lo que había alguna vez conversado con sus amigos, su amor a la labor social que significaba el estar ahí en el mismo campo de con una cámara fotográfica, se mantenía en pie, y no solo eso, sino que se hacía más grande en la medida en que se sentía más involucrado con lo que sucedía. A ratos sentía que el corazón se le iba a salir por la boca de tan fuerte que se agitaba, mientras sus oídos se recuperaban de la fuerte explosión que lo despertó.
Cuando volvió a entrar a la pequeña choza, recogió su cámara que por suerte seguía ahí, como la fiel y dura compañera que no lo abandonaba; recogió a tientas sus anteojos, y una vez acomodados volvió a mirar afuera para tomar valor y salir a hacer su trabajo.
El escenario era imponente, las columnas de humo le hacían recordar el día en que tuvo que cubrir una erupción volcánica, en una perdida isla caribeña. Cuando entendió que estaba perdiendo tiempo valioso, se acomodó en lo que quedaba de una muralla y comenzó a disparar el flash. Las tomas eran fabulosas, estaba seguro de que alguna de sus fotografías era la que saldría en portada la próxima semana, y por supuesto, lograría impactar a todos quienes vieran los horrores de aquella guerra que se sostenía ya por tres años.
Por el horizonte asomó primero un zumbido, él se dio cuenta de inmediato de que algo pasaría y por lo mismo se acomodó en aquella dirección para obtener las mejores imágenes, fuera lo que fuera aquello. El ruido se hacía más fuerte, y ya se estaba transformando en algo ensordecedor, cuando por fin una silueta apareció. Era una mancha, que después tomó una forma más definida, para llegar a ser, cuando se encontraba a unos cientos de metros, un enjambre de aviones gigantes, cargados con todo tipo de misiles y con la altura que necesitaban para liberar a los pequeños insectos que eran los paracaidistas.
Mientras observaba todo esto, el joven fotógrafo comprendió que por más amor que tuviera a su trabajo, no podía permanecer ahí, de lo contrario no habría portada ni premios, y tampoco más y mejores oportunidades.
Se puso de pie rápidamente y con la cámara al cuello corrió al camino donde había aparcado su jeep. Buscaba frenéticamente la llave cuando, en vez de su vehículo encontró una especie de masa de fierros torcidos, humeante como muchas de las casas que le rodeaban, y con algo que se asemejaba a un manubrio saliendo de entremedio.La casa más cercana que podría ofrecerle quizás algún tipo de protección estaba a unos cien metros y en la misma dirección de donde venían los aviones con sus paracaidistas. No había opción, si no lo hacía seguramente iba a ser acribillado por aquellos exterminadores que caían del cielo. Corrió a toda velocidad por entremedio de los cuerpos quemados de las mismas personas que le habían ofrecido alojamiento, curiosos por ver a alguien como él, con toda su apariencia nórdica en un pueblo donde el más blanco apenas si se diferenciaba un poco del color de la noche.

Monday, September 11, 2006

y así es como bailamos,
así es como nos volvemos uno,
para darte lo mejor de nosotros, los cantos de roja masa que albergan algo a tí,
así es como pasan los días sin novedad en la meta que tenemos,
y así es como las gargantas, hinchadas de tanto grito,
cesan en su lamento por verte pasar ante los ojos de mi cerebro lerdo...

Y así es como bailamos juntos, querida mia,
la sorna de este último valz que te dedico,
por que ya mi lánguido pecho no hace sino rasgarse, y mover alaraco sus brazos,
ya se siente viejo y sin ganas, pues el último golpe que dió en él el mar
lo ha enviado a leguas de su amo;
otro náufrago que no responde a los llamados,
otro mas que queda tirado en las costas de tu olvido...

Y así seguimos bailando,
rechinando en el suelo un silbido,
quiere imitar el muy pobre la canción de un trovador enamorado,
y su loka madre lengua jamás le dijo
que no se puede ser lo que no se nace,
así como no se puede amar si es que hay olvido...

Y así sigo ahora sólo bailando,
pues mis amogos se han ido,
la esperanza debía llegar temprano,
la ilusión la fué a dejar,
y aquel viejo amigo que quedaba,
a quien algunos solitarios llaman amor,
ese viejo,
al parecer se enojó conmigo...

Sunday, September 10, 2006

And I, wanna fall from the stars, straight into your arms....

esa es una parte de una canción muy buena ...simply red..excelente...aki estoy nuevamente, preguntándome mil y una veces qué fue lo que paso...prefiero no preguntarme eso pero se me hace inevitable...como también se convierte en algo inevitable el recordar las huellas del pasado, cuando no fuí mas que otra pieza en el tablero de juego de alguien...al final, despues de todo es imposible saber cuando es un juego, o qué es un juego...al final de todo es imposible no caer en juegos de otros, es inevitable ser uno más, un recuerdo, una sonrisa en la tarde de un día nublado, un pequeño raconto en la memoria de alguien cada día mas viejo, cada día mas abandonado a la corriente de vivencias que a todos nos lleva...me pregunto si te voy a ver denuevo como antes, si te voy a poder sentir igual que ayer, cuando casi no me sentía yo al unirme a tí...pero bueno, "así es la vida" dicen por ahí, "así tiene que ser" comentan otros...y yo? yo creo que la vida es la que uno quiere y que uno se hace día a día, pero si es asi, ¿por qué no poder controlar este tipo de accidentes y evitar así el sufrimiento?, es acaso necesario?, por que no se puede aprender de otra forma que no sea entregando todo lo que uno tiene para recibirlo de vuelta estropeado, deshecho y remojado con lágrimas que nunca quisieron caer?...ya no hay pensamientos paralelos en las mañanas, y ya no se que pensarán o sabrán de ti aquellos niños de los que te hablé, la preocupación de que sonrias se la dejo a otro, ya bastantes obstáculos tengo en la vida como para aceptar otro de forma gratuita, y en las noches....en las noches sólo soy otro más que se sienta en su cama con un libro, un cigarro y algo caliente para tomar...eso soy y eso quiero ser por ahora...quiero vivir de lo cercano...ya me cansé de las bromas que me gasta la suerte maliciosamente, poniendo mi corazón en otro lugar tan lejano, ya no quiero jugar más, ya no quiero seguir en esta rotonda eterna de ser "la pieza de juego" de algo o alguien, renuncio oficialmente a ti, a las crtas, a los poemas y a las penas de amor, presento mi absoluta dimisión, sin retractos,,,hasta que nuevamente el amor tenga una táctica para hacerme caer...por ahora, mucho más que transmitir no tengo, mucho más que ofrecer tampoco ya que eso está guardado, ahí, quieto, a la espera de que nuevamnte entre en un juego que no quiero, a la espera de que nuevamente sea un tonto que hace de pieza en este largo y triste juego que es avces el amor...

Wednesday, September 06, 2006

La había visto de reojo cuando estaban haciendo el cambio de andén. Era alta, de largos cabellos y rubia natural, su mirada tenía un dejo despectivo pero a la vez de mujer dulce, tierna y protectora con los suyos. No sobrepasaba los 25 años, si bien la ropa que llevaba era formal, de esas que se ven sólo en las más elegantes oficinas de Santiago. Las curvas del cuerpo eran sensualmente resaltadas por lo ajustado tanto de la chaqueta como la falda que llevaba, y todo el espectáculo que representaba, se veía femeninamente decorado por unos labios de color rosa, que llamaban a besar.

Cuando entraron en el tren final, él se preocupó de quedar en una buena ubicación, es decir, relativamente cerca de ella, y en una posición tal que le permitiera contemplar su belleza sin ser demasiado evidente. La miraba por completo, de pies a cabeza, como si fuera su presa y el fuera el animal de caza; de pronto se sintió como uno de esos animales que muestran en los documentales, acechando, sigiloso y escondido entre la hierba. La escena le hizo sonreír, y mientras eso sucedía ella lo miró, y tímidamente también sonrió. Súbitamente un escalofrío recorrió su cuerpo; aquella belleza, esa mujer ahí en pie le había dedicado una sonrisa, sólo para él; no era para algún otro hombre de los que ahí estaban con sus caras de vacuno aburrido, sino para el, que la adoraba; que de cierta forma ya sentía una rara especie de amor. El sueño lo tenía entre los brazos, pero aún así intentó poner su mejor cara de conquistador. Cuando se dio cuenta de que ella comenzaba a avanzar hacia él, un temblor recorrió sus rodillas, y un nudo en la garganta se hizo presente con tal fuerza que llegó a estremecer su estómago. Sin vacilación alguna, ella siguió acercándose, dejó en el suelo del tren la diminuta cartera que llevaba y le puso ambas manos en el cuello; al mismo tiempo que con cara de pasión descontrolada le pidió un beso, y mil más de aquellos en todo el cuerpo.

Parecía no ser posible; ¡era increíble lo que estaba pasando!, sin embargo la tibieza del aliento de ella invadió su propia boca; las manos le tocaban parte de la nuca y el cuello, y el, un tanto vacilante, posó las manos en su cintura, delgada y firme, exactamente como él creyó en un principio que era. Pronto los besos y las caricias tomaron un acento más exagerado, ella comenzó a besar su mentón, sus mejillas, su oreja; y él sólo se limitaba a sentir cada uno de los besos que ella le daba, mientras en su cabeza subía y bajaba al cielo de pura felicidad. Esa mañana había encontrado al amor de su vida, con ella quería tener una familia, con ella quería hacer el amor cada mañana y cada noche después de la jornada de trabajo. Era ella quien lo recibiría en casa, quien iría con él a casa de sus padres y disfrutaría de eternos domingos familiares. Era ella la que sería su compañía en la vejez, cuando ya no criara a sus hijos, sino que malcriara a sus nietos. Se vio corriendo por la playa, con ella de la mano, las ropas mojadas y la suave espuma acariciando sus pies; así como en los comerciales de margarina que detestaba por lo excesivo de la felicidad que se mostraba. Los besos seguían, y el calor de sus cuerpos se transformaba en una obligada danza entre ambas caderas, que disimuladamente subían y bajaban, como en un baile de cortejo (otra vez se visualizó como en un documental, esta vez danzando para ella). Los ojos incrédulos de quienes les rodeaban se volvían cada vez más grandes, y hasta el último pasajero del vagón miraba con una mezcla de asombro y celos el amor fortuito que acababa de nacer.

De pronto, ella se detuvo, lo miró fijo a los ojos, le dio uno o dos besos más y se volvió a alejar. Antes de que él alcanzara a preguntar que sucedía, se dio cuenta de que ella buscaba afanosamente algo en su cartera, como con urgencia movía las cosas que tenía adentro de aquí para allá y viceversa, hasta que por fin puso cara de “bingo!” y metió casi la mitad del brazo; cosa que resultaba sorprendente para una cartera tan pequeña como la que llevaba. Justo en el momento en que él se disponía a preguntarle qué era lo que sucedía, ella comenzó a sacar de su cartera un palo, un fierro o algo así, y de a poco la expresión de la cara pasó de ser dulce, apasionada e incontrolable, a una expresión fría, distante y amenazadora. Cuando hubo sacado todo el fierro (de unos 60 cm. de largo) lo miró directo a los ojos, le tiró un último beso con un gesto de la mano y, después de tomar cierto impulso le dio de lleno en la frente a su ex amado.

El dolor era intenso, demasiado para su gusto, y de a poco se comenzó a preguntar qué era lo que pasaba con la que hasta hace dos minutos iba a ser seguramente su esposa (ahora lo dudaba francamente). Era tal el grado de aturdimiento que sentía, que no tuvo otra opción que olvidarse por un momento de la belleza rubia, y pensar en el dolor, y en la prueba que tenía…la prueba…LA PRUEBA!!! Abrió los ojos denuevo y vio que la rubia seguía parada donde estaba cuando entraron al tren en un principio; sí se reía al verlo a él, pero no por un amor fugaz ni por simpatía, sino por que desde afuera, lo que se había visto era a un pobre tipo que le sonrió y de a poco cerró los ojos, al parecer de un sueño incontenible, puesto que sólo unos segundos después casi se desploma y como consecuencia de eso se dio un cabezazo histórico contra el fierro de apoyo para los pasajeros. Pero que idiota el pobre tipo!!!- pensó ella- ¡pero que idiota!, soy un pobre tipo!!-pensó él.

Mientras ella se bajaba siguió riendo; mientras el bajaba comenzó a tomarlo con humor, aunque no dejo de lado la sensación de que en algún momento, quizás ella lo besó.

Monday, September 04, 2006

Aquí estoy, frente al computador...me ilumina una luz tenue y el humo del cigarro me llena los pulmones y la naris mientras reposa en uno de los surcos del cenicero...pensaba en no hacer esto, pensaba en desahogarme, pensaba en escribir cosas divertidas, pensaba en mil y una cosas, mientras tanto, la canción suena y me llena la cabeza aún con más pensamientos...quisiera ser uno de esos genios de la escritura, uno de aquellos que sólo con tomar un lápiz ya saben qué escribir, y traspasan de forma tan fiel lo que sienten, piensan y hacen, que emocionan...quisiera tenerte aquí, para mí, conmigo, sonriendo, viendome directo con aquellos ojos que una y otra vez me llenaron de... tantas sensaciones...tomo el cigarro y pienso en ti mientras la canción avanza y a cada estrofa siento más aún que habla de mí...es curioso como pareciera que las canciones fueron hechas para uno y sólo para uno mismo ¿no?...quisiera poder en este momento dejarlo todo y seguirte, lograr aunque sea por una vez en mi vida vivir bien el cuento de hadas que se me presenta, y no dejar que se ahogue como tantos otros que pasaron a ser simples recuerdos...mientras mis dedos escriben, mi cabeza piensa en ti, en nosotros, en lo que pasó y lo que pudo pasar; mientras mis dedos escriben, mi corazón me grita que no oiga a mi cerebro, por que no debo pensar en lo que "pudo" pasar, sino en lo que "va" a pasar...retuerzo el cigarrillo en la superficie de vidrio del cenicero, lo veo como elegantemente muere mientras hecha una última bocanada de humo y se deja apagar...¿pasará lo mismo entre tu y yo?...en las mañanas, cuando salgo de este nuevo hogar que tengo no hago sino pensar en un cierto paralelo...¿qué estarás haciendo? ¿estarás acaso llegando a tu trabajo, sonriendo dulcemente a tus niños y poniendo orden a la vez que entregas lo mejor de ti?...¿sabrán esos niños lo maravilloso que hay en ti?¿podran imaginarse acaso por un momento lo mágica que eres cuando amas?...en las noches, antes de dormir, recuerdo tu olor, tu tibieza, y de a poco mi cuerpo cae en un sueño antes que mi mente; de a poco dejo de ser yo, y me convierto lentamente en el amante que te extraña, que te quiere de vuelta, que te reclama sin cesar y que no encuentra forma de decirte que te ama, que vengas junto a él, que su única preocupación es verte cada día sonreir, y que a la vez, esa sería su felicidad...vuelvo a prender un cigarrillo, la luz sigue ahí como mudo testigo de mi declaración, leyendo indiscretamente todo lo que escribo para ti, y envidiándo la entrega que podría haber con tan sólo un poco de valor, con tan sólo un sí...

Pensamientos, olores, recuerdos, risas, miradas, caricias...todo se une en un solo baile dentro mío y no para de susurrar tu nombre una y otra vez...entiendo que ya no hay más nada que escribir en este momento...los pensamientos me ahogan y la mente se me nubla...ya no quiero decir más, ya no quiero escribir más...ya no quiero ser el escritor prodigioso que desee, sólo quiero parar esto, ver más allá y encontrar denuevo esa estabiliad gris que tuve antes de tí, al menos así me sentí mas seguro, al menos así, no me sentí jamás débil y desnudo...

Wednesday, August 30, 2006

uf!!!...creo que hoy no estoy de animo para escribir...de hecho, a pesar de ser solo segundo día, me estoy cuestionando la utilidad del blog que me hice...¿qué hago?...me siento frente al pc...y es como si tuviera tantas ideas y tan pokas a la vez que no se que escribir...pienso en escribirle a ella...un poema..dos, quizas mil..pero despues me doy cuenta de que la táctica del poema no me ha funcionado siempre...de hecho es poko lo que me funciona...pienso en escribir o subir un cuento...pero no se...me da como lata...me gustaría esciribir algo que todos alabaran...debo reconocer que tengo muy desarrollao ese lado de mi ego, me encanta cuando veo los ojos bien abiertos de alguien que esta leyendo una creación mia...no. no se que escribir, no se que poner en la "hoja" para rellenar este espacio...pero me doy cuenta ahora de que en realidad si estoy esciribiendo...es extraño todo esto...bueno en fin...creo que en algún momento me van a dar las ganas y voy a tener la real creatividad para plasmar aki algo que valga la pena...siento que ni siquiera estoy poniendo algo cuerdo aki...creo que lo mejor es que llegue hasta aki...por lo menos hasta que se me ocurra algo...lo cuatiko, (este es mi espacio para escribir lo que sea asi ke no lo miren en menos...), es que hablo de que no tengo que escribir, pero a la vez estoy escribiendo...ahora, como no tengo naa que escrbir, se supone que esto esta en blanco..y que ustedes (quienes lean) estan frente a una pagina en blanko!!....no?¬¬ ok...creo que mejor despues vuelvo y escribo algo que valga la pena..por que ahora no escribi nada....o si?

Tuesday, August 29, 2006

la verdad esto es extraño...no se si empezar con un saludo...ni siquiera se si alguien más que yo lea esto...no se si saludar por que toy sentao frente a una makina...bueno en fin es raro...estoy recien integrandome aki...recien escribiendo..esta es mi primera vez...hasta ahora era vigen (en terminos de blog klaro jejeje) ...quiero poder usar esto para desahogarme, pa hechar puteaas, para hacer reir y para hablar de ella...nunka dar la lata claro, pero si para que sea una especie de diario UN POKO publiko jajaja...bueno...esta es la primera wea que escribo..no esperarán que desde ya sea un weon extremadamente entrete po!!!...le dedico este blog a mi amiga dany y a mi amigo gianfranco...que seguramente tuvieron la intención de ayudarme, pero no lo lograron...¬¬jaja..los kero a los dos en too caso, salu2 y bueno...

AKI VAMOS!!!!!!!