Chile hoy: ética, política y comercio funcionando de la mano.
Justo ahora, cuando las arcas públicas están más llenas, es el momento en que debemos sentarnos a pensar en lo que se debe hacer para alcanzar las metas tantas veces postergadas.
Por Pedro Pablo López.
Chile ha dejado de ser un país cualquiera. Gracias a los avances obtenidos producto de la apertura comercial y la plena integración a la globalización económica, ha tomado un rol protagónico en la región, que incluso es observado de cerca por potencias que se encuentran al otro lado del mundo.
Esto es una realidad y como tal debe ser asumida. Por lo mismo, no sólo la clase político- administrativa y los grandes empresarios cuentan con un papel de importancia en la función, sino también la población en cuanto a su información e interiorización en los temas que tanto a largo como corto plazo, regirán a la nación.
Es por lo mismo que nos encontramos en un punto crucial. Es ahora que se hace imperiosa la necesidad de tomar bien las decisiones. Lo que se ejecute políticamente afectará, para bien o para mal, el funcionamiento comercial del país; mientras que el comportamiento del mismo comercio será lo que regirá en más de una ocasión las decisiones políticas.
Es en ese aspecto donde aparece la importancia de un concepto crucial. La toma de decisiones que afectarán el desarrollo de las vidas de millones de personas, no puede estar apartada de la consideración de la ética como eje de todo.
Las políticas sociales relacionadas con la educación, cobran vital importancia para contar con una generación adulta que sea capaz, tanto de tomar conciencia de su importancia en la sociedad, como para influir con argumentos y base sobre reflexión, a la hora de expresar sus requerimientos y preferencias a quien rija en determinado momento el país.
Es saludable que se den, por lo tanto, debates originados en temas tan delicados como el “sueldo ético” o la “píldora del día después”. Son discusiones que definen el perfil del país y que incentivan a la población a hacerse partícipe de la evolución moral, económica y política del país.
El progreso de Chile como nación, su avance firme hacia el tan ansiado desarrollo, llegará solamente cuando por fin exista un consenso entre todas las partes involucradas respecto a los temas de mayor importancia. Sólo con una población cívicamente educada y una clase política recta y transparente, que deje atrás la cacería de más poder, se hará posible tomar las decisiones que hagan que el país evolucione en todos sus aspectos.
Que haya un sueldo ético o una píldora del día después dentro del debate, no es más que una señal saludable, que nos permite pensar en el corto plazo con más instancias y situaciones que fomenten la sana discusión y resolución de problemáticas y, en el largo plazo, en una sociedad más capaz y autosuficiente en la conformación de las condiciones que regirán el diario vivir.
Las reformas como la recién acordada entre la Alianza por Chile y la Concertación relativa a los cambios que se vienen en educación, son muestra de que se pueden lograr proyectos en común y que, si es que hay disposición, es posible llegar a acuerdos por más diferencias en colores políticos haya presentes.
2 comments:
me asombras
Pedro:
Bien por debajo de lo que usted puede. Me da la sensación de que el tema parecía importante y se le perdió.
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