Retomando el sentido original de mi blog y dejando de lado la cara periodística que le tuve que dar por flojera me preparo para ver si es que puedo dejar salir algo que me deje escribir. Es raro, pero se hace un poco difícil decir "voy a escribir" y efectivamente sentarse y hacerlo. Siento que, almenos para mí, tiene que nacer, tiene que ser como un impulso, algo que desde dentro te pide que te acerques al teclado o al lápiz y el papel. Y bueno, ya que estoy aquí ¿de qué puedo escribir?

Por más que pienso, como que lo primero que se me viene a la cabeza es "aquel" tema. Es inevitable. Por más que lea cosas que me hagan pensar distinto y hasta me sienta un poco más iluminado, me doy cuenta de que estás ahí y de que hay cosas que sigo preguntándome, sintiendo y quieriendo estúpidamente cambiar.

Me aburre de vez en cuando esto de ser el weon positivo y guardar secretamente una esperanza de algo que seguramente ya ni siquiera se te asoma por la cabeza. Sí tengo que decir que al menos estoy tranquilo y en eso no he mentido. Pero aun así, tranquilo y todo, como que no me conformo con esto de ser tan positivo, y hacerme el weón finjiendo como que no ha pasado nada y como que en el fondo, de verdad muy en el fondo, no tengo una sensación de que hice el papel de idiota; de estúpido y de excesivamente ingenuo al creer una vez más en las historias tan increíbles de amor.

Se que suena lastimero pero esa no es la intención. Y bueno, ¿si lo fuera qué? igual a veces hace bien un poco de autocompasión. Pero en este caso no lo es. El tema en esta situación, es que analizo y me doy cuenta de que al final, es uno que por propio masoquismo acepta vivir estas cosas a pesar de que se de cuenta en todo momento de que lo que está haciendo es una estupidez y que se va a sacar la chucha.

Viendo las cosas así, no es mucho de lo que te puedo culpar. La verdad nada. Si pasó todo lo que pasó en parte es porque yo dije "upa" o "chalupa" cuando pude decir "no, vale", fui yo el que me hice callar a mi mísmo cuando pensaba un poco mas cuerdamente. Frente a eso, ¿qué culpa tienes tú? Si yo tengo complejo de superhéroe es pelotudez mía, no tuya; no tengo que descargarlo en tí.

Bueno, no sé si algún día llegue de verdad a sacarme de adentro todo lo que tengo, pero sí me sirve seguir haciendo el papel de reflexivo y contemplativo para enfrentar esto. Dicen que de tanto imitar algo se termina siéndolo. Quizás llegue el día en que de verdad reflexione y contemple las cosas de una forma que me deje no necesitar respuestas. Quizás soy tan mierdamente periodista para mis cosas que necesito preguntarte,a pesar de que no me vayan a gustar las respuestas. No sé. Ya no sé ni me interesa nada la verdad. Mal que mal, todos los días se hace un poco más facil hacer callar a ese pelotudo que me habla de tí.